la mezquita Mohammed VI en Chile… un monumento religioso que lleva la esencia de la identidad marroquí en el corazón de América Latina

ALDAR/

En el corazón de la República de Chile, a miles de kilómetros de Rabat, se alza majestuosa la Mezquita Mohammed VI, símbolo de tolerancia, convivencia y apertura, y embajadora silenciosa de la cultura islámica marroquí en el extremo occidental del continente latinoamericano. Este espacio religioso único no es solo un lugar de oración, sino una expresión viva de la presencia espiritual y cultural de Marruecos en una región lejana geográficamente, pero cercana en espíritu.

Construida y decorada por manos marroquíes expertas en artes tradicionales arquitectónicas, esta mezquita representa un modelo excepcional de la arquitectura islámica marroquí fuera del país. Desde los detallados mosaicos de Fez, pasando por los arcos y cúpulas esculpidos, hasta las ornamentaciones que evocan las mezquitas históricas de Fez y Marrakech, cada rincón del edificio respira una identidad marroquí auténtica que atrae tanto a visitantes como a residentes locales.

La construcción de esta mezquita se enmarca dentro de una visión marroquí que busca reforzar los lazos culturales y religiosos con los pueblos del mundo, y consolidar los valores del diálogo y la comprensión entre religiones y culturas. Marruecos, bajo el liderazgo de Su Majestad el Rey Mohammed VI, ha desempeñado un papel fundamental en la promoción de los principios de moderación y apertura, convirtiendo a sus mezquitas fuera de sus fronteras en embajadas espirituales que reflejan el verdadero rostro del islam: tolerante y armonioso.

Además de su función religiosa, la mezquita se ha transformado en un centro cultural y social para la comunidad musulmana residente en Chile, y en un destino para investigadores y amantes del arte islámico marroquí. También contribuye a corregir las imágenes estereotipadas del islam, resaltando su verdadero carácter como religión de paz, belleza y espiritualidad.

La mezquita Mohammed VI en Chile es más que un edificio: es un mensaje silencioso pero profundo que, a través de su arquitectura y decoración, proclama: Marruecos está presente, con su identidad, su historia y sus valores, incluso en los rincones más lejanos del mundo.