Otro comunicado desde otro mundo… ¡y una preocupación de otro tipo!

ALDAR / Análisis

Una vez más, la diplomacia argelina vuelve con sus comunicados que reflejan una obsesión recurrente por las acciones de Marruecos dentro del marco de su soberanía y sus asociaciones estratégicas. En esta ocasión, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Argelia ha emitido un comunicado condenando las maniobras militares franco-marroquíes previstas para septiembre próximo en la ciudad marroquí de Errachidia. Estos ejercicios se enmarcan dentro de la cooperación en defensa entre Rabat y París, al igual que las maniobras que Argelia lleva a cabo con otros países sin que ninguna parte externa tenga derecho a objetar.

Lo que resulta risible en el comunicado argelino es cómo presenta estas maniobras como una “amenaza directa” para la seguridad de Argelia, cuando todo el mundo sabe que estos ejercicios están geográficamente alejados de Argelia y no la afectan en absoluto. ¿Ha llegado Argelia a considerar cualquier actividad militar marroquí – incluso dentro de su propio territorio – como un acto hostil en su contra? Y si es así, ¿cómo justifica Argelia sus maniobras militares con Rusia en el desierto argelino o sus acuerdos militares con otros países sin consultar a sus vecinos?

Hablar de “provocación” y de “agudización de crisis” no hace más que reflejar el doble rasero que adopta Argelia cuando se trata de Marruecos. Mientras refuerza sus alianzas militares y acoge maniobras con potencias internacionales, considera que cualquier asociación militar marroquí es una amenaza directa, una postura que solo contribuye a aumentar las tensiones en la región y a generar crisis diplomáticas innecesarias.

Lo más sorprendente del comunicado es la exigencia de “aclaraciones” al embajador francés, como si París tuviera que obtener la aprobación de Argelia antes de realizar ejercicios militares con su aliado marroquí. ¿Aceptarían las autoridades argelinas, con la misma lógica, justificar ante otras capitales cada paso militar que den con sus socios internacionales?

Este tipo de comunicados repetitivos no hacen más que poner de manifiesto la obsesión argelina con todo lo relacionado con Marruecos y proyectar la imagen de una diplomacia argelina en una carrera constante por obstaculizar cualquier avance marroquí, incluso en materia de cooperación en defensa con las grandes potencias. Argelia haría mejor en centrarse en sus asuntos internos y respetar la soberanía de los demás Estados, en lugar de inventar crisis ficticias que perjudican su credibilidad en la escena internacional.