La economía marroquí en 2023: un crecimiento equilibrado que revela marcadas disparidades regionales

ALDAR / Sara El Ouakili
Los últimos datos de las cuentas regionales de 2023 muestran que la economía marroquí mantuvo su trayectoria ascendente a pesar de los desafíos internacionales, registrando un crecimiento del 3,7%. Esto refleja una relativa solidez del tejido económico nacional. El Producto Interno Bruto (PIB) en volumen alcanzó los 1.382,28 mil millones de dírhams, mientras que a precios corrientes se situó en 1.479,76 mil millones, con un incremento significativo del 11%.
Sin embargo, detrás de estas cifras nacionales, la lectura regional revela un panorama más complejo: algunas regiones experimentaron una dinámica fuerte que les permitió superar la media nacional, mientras que otras enfrentaron dificultades que desembocaron en una contracción económica.
La región de Dajla-Oued Eddahab encabezó la lista con un notable crecimiento del 10,1%, impulsado por la recuperación de la pesca marítima, la construcción y las obras públicas. Le siguió Fez-Mequinez con un 8,9% gracias al dinamismo agrícola y de servicios, y Marrakech-Safi con un 6,3%, favorecida por el regreso de la actividad turística. En cuanto al principal polo económico, Casablanca-Settat, continuó apoyando a la economía nacional con un crecimiento del 5%, sustentado por la industria transformadora y los servicios.
En cambio, regiones como Beni Mellal-Jenifra y la Oriental registraron retrocesos debido a la caída de la producción agrícola, con tasas de crecimiento negativas de -1,3% y -1% respectivamente.
En lo que respecta a la contribución a la creación de riqueza, tres regiones siguieron acaparando la mayor parte del PIB con un 58,5%: Casablanca-Settat (32,2%), Rabat-Salé-Kenitra (15,7%) y Tánger-Tetuán-Alhucemas (10,6%). En contraste, la participación conjunta de las tres regiones del sur y Drâa-Tafilalet no superó el 7,6%.
Los mismos datos pusieron de relieve la ampliación de las disparidades regionales: la diferencia absoluta promedio entre el PIB regional y la media nacional pasó de 73,3 mil millones de dírhams en 2022 a 83,1 mil millones en 2023. Asimismo, las cifras revelaron marcadas desigualdades en el PIB per cápita: la media nacional se situó en 40.508 dírhams, mientras que en Dajla-Oued Eddahab superó los 89.533, y en Drâa-Tafilalet no rebasó los 25.324 dírhams.
En cuanto al gasto de consumo final de los hogares, este alcanzó los 891,9 mil millones de dírhams, con una fuerte concentración en cinco regiones que absorbieron el 74% del consumo total, encabezadas por Casablanca-Settat, que por sí sola representó una cuarta parte del gasto.
Estos resultados ofrecen una imagen dual de una economía nacional resistente frente a las turbulencias, pero que padece disparidades regionales notables, lo que exige estrategias más equilibradas en la distribución de las inversiones y un refuerzo de la justicia territorial para garantizar un crecimiento inclusivo y sostenible.