Hilale: La diplomacia Real es una diplomacia plural por excelencia, cuya influencia internacional es «inmensamente envidiada»
«La diplomacia Real no es monocausal. Es una diplomacia plural por excelencia, cuya influencia internacional es inmensamente envidiada. Es creíble porque no tiene intenciones ocultas. Es comprometida porque tiene convicciones profundas enraizadas en su larga historia», explicó Hilale en el “Foro Maroc Diplomatic Sahara” en Dajla.
Esta diplomacia «se implica en todas las cuestiones globales porque quiere ser un actor en la solución y no un factor de problemas. Se le escucha porque lleva el mensaje de la moderación. Se la respeta porque se adhiere a los valores universales», prosiguió el diplomático marroquí en su discurso sobre los “25 años de diplomacia Real”.
La diplomacia Real es también una diplomacia de solidaridad con el pueblo palestino, ya que la causa palestina está en el corazón de SM el Rey y constantemente en el centro de la acción diplomática del Reino, añadió el embajador.
Refiriéndose a la cuestión del Sáhara marroquí, Hilale subrayó que esta cuestión ha estado y sigue estando en el centro de las prioridades diplomáticas de Su Majestad el Rey Mohammed VI, desde el primer día de su reinado.
«El tiempo que le ha concedido, el seguimiento diario que le ha dedicado y la firmeza que ha demostrado en su defensa han tenido un profundo impacto en la gestión de esta cuestión en la ONU y en otros lugares», explicó, señalando que esto ha llevado a una toma de conciencia internacional de que el Sáhara marroquí no es sólo una cuestión de integridad territorial, sino también y sobre todo una causa existencial para el Reino.
La acción sostenida del Soberano y sus incansables esfuerzos de sensibilización han anclado la justicia de la causa nacional a nivel regional e internacional, dijo, añadiendo que el resultado ha sido el reconocimiento y el apoyo a la marroquidad del Sáhara por parte de grandes países como Estados Unidos y Francia, así como por decenas de países árabes, africanos y latinoamericanos, una treintena de los cuales han abierto sus consulados generales en Laayún y Dajla.
Hilale concluyó resaltando que Su Majestad el Rey Mohammed VI es un Soberano «visionario en armonía con su siglo». «Un monarca que es un fino diplomático, adepto al arte de la mediación y artesano del compromiso entre diferentes protagonistas», dijo el embajador, afirmando que el Soberano está «impulsado por la ambición de la influencia diplomática de Su Reino, un espejo de su historia centenaria, sus valores universales y Su confianza en un futuro próspero».
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