Informe de un prestigioso centro estadounidense en Washington: Cómo el Polisario se transformó de un movimiento separatista en una herramienta terrorista apoyada por Argelia e Irán para desestabilizar la región

ALDAR/
Un informe reciente emitido por el centro estadounidense National Interest en Washington, considerado uno de los reportes más serios que revelan el verdadero rostro del movimiento Polisario, muestra que este ya no es solo un movimiento separatista, sino que se ha transformado en una red vinculada al terrorismo internacional explotada por actores regionales para perseguir sus agendas a costa de la seguridad y estabilidad en el norte de África.
El informe, basado en evidencias concluyentes, confirma que el Polisario está directamente vinculado a organizaciones terroristas internacionales apoyadas por Irán y Hezbolá. Se documentaron conversaciones filtradas entre un líder del Polisario y operativos de Hezbolá en Siria. Estas comunicaciones revelan un apoyo claro a operaciones terroristas contra Israel y una coordinación en ataques que involucran a Hamás, Hezbolá y el régimen iraní, confirmando la alineación del Polisario con el eje terrorista que amenaza la región de Medio Oriente y el norte de África.
El informe también destaca los campamentos ubicados en Tinduf, Argelia, bajo control del Polisario, que se han convertido en focos de actividades terroristas y reclutamiento de combatientes. Grupos terroristas como el “Estado Islámico en el Gran Sahara” y “Fath al-Andalus”, vinculados a organizaciones como ISIS y Al Qaeda, han surgido de estos campamentos. Además, Adnan Abu Walid al-Sahrawi, un excombatiente del Polisario, se convirtió en líder del ISIS en el Sahel antes de ser eliminado, confirmando la implicación del movimiento en la expansión del terrorismo.
Esta realidad alarmante refleja claramente el papel desestabilizador del régimen argelino, que continúa apoyando y financiando al Polisario, no solo como herramienta política contra Marruecos, sino también como un frente para impulsar agendas terroristas en la región, explotando la justa causa saharaui para servir a sus intereses mezquinos.
Anteriormente, el Polisario era visto como un movimiento secular con ideología de izquierda, pero los cambios regionales lo han convertido hoy en socio de redes terroristas y actores hostiles a Marruecos y a la seguridad regional, acompañado de graves violaciones a los derechos humanos como el reclutamiento de niños y el entrenamiento militar forzado de menores, según informes de organizaciones internacionales.
En este contexto, varios países importantes como Estados Unidos, Reino Unido, Francia e Israel dieron pasos decisivos reconociendo la soberanía de Marruecos sobre el Sahara Occidental, una decisión estratégica que consolida el papel de Marruecos como un socio clave en la lucha contra el terrorismo y el mantenimiento de la seguridad regional. Incluso Siria, que anteriormente apoyaba al Polisario, ha cesado su respaldo y expulsó al movimiento de su territorio, reflejando un claro cambio en el equilibrio de poder y el apoyo de la comunidad internacional a Marruecos.
El apoyo continuo al Polisario por parte de Argelia e Irán refleja una peligrosa doble moral en la postura regional, donde la cuestión del Sahara se utiliza como pretexto para alimentar tensiones de seguridad, mientras Marruecos continúa sus esfuerzos constructivos hacia la estabilidad y el desarrollo regional.
Este informe estadounidense confirma que el Polisario ya no es un movimiento separatista sino una amenaza terrorista explotada por el régimen argelino y otros actores para socavar la seguridad en el norte de África y el Mediterráneo. Esto impone a la comunidad internacional la necesidad de reconsiderar sus posiciones, dejar de apoyar a esta entidad que amenaza la paz y seguridad, y alinearse con la postura de Marruecos que representa estabilidad y moderación en la región.