El megagasoducto entre Nigeria y Marruecos se acerca a su lanzamiento oficial tras la aprobación de los líderes de la CEDEAO

ALDAR / Zakaria Al-Jabri
El ambicioso proyecto del gasoducto que conectará Nigeria con Marruecos está más cerca que nunca de entrar en la fase de ejecución, después de que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) anunciara que la firma oficial de sus líderes representa el último paso institucional antes de dar luz verde al inicio del proyecto.
Este anuncio destacado se realizó al margen de la 17ª Cumbre Empresarial Estados Unidos-África, celebrada en la capital angoleña, Luanda, donde este proyecto regional vital fue el eje de varios encuentros y debates bilaterales y multilaterales entre líderes africanos y sus socios internacionales, especialmente funcionarios estadounidenses.
El gasoducto Nigeria-Marruecos no es un proyecto ordinario, sino que se considera uno de los mayores proyectos energéticos jamás concebidos en el continente africano en su historia moderna. Está previsto que conecte Nigeria con Marruecos, pasando por varios países africanos a lo largo de la costa atlántica, para enlazar posteriormente con la infraestructura gasística europea a través del territorio marroquí.
Este proyecto, cuyo coste supera varias decenas de miles de millones de dólares, se espera que transporte alrededor de 30.000 millones de metros cúbicos de gas al año, beneficiando a más de 13 países africanos. Esto reforzará la seguridad energética y fomentará la integración económica regional.
La aprobación de los jefes de Estado de la CEDEAO constituye la luz verde definitiva desde el punto de vista legal e institucional. Posteriormente, se espera iniciar las fases prácticas, incluido el lanzamiento de las obras en los primeros tramos del gasoducto y la firma de contratos de ejecución con empresas internacionales especializadas.
Desde hace años, Marruecos y Nigeria vienen desarrollando una visión integral para este proyecto, incluyendo estudios técnicos y financieros detallados con la participación de instituciones financieras internacionales como el Banco Africano de Desarrollo y el Banco Islámico de Desarrollo, además del creciente interés de socios europeos y asiáticos.
El Foro Económico África-Estados Unidos fue una oportunidad para reafirmar la importancia estratégica de este proyecto, especialmente en el contexto de los cambios geopolíticos mundiales y la urgente necesidad de diversificar las fuentes de energía a nivel global. Numerosos países africanos han expresado su pleno apoyo a este gasoducto, que se prevé contribuirá a reducir la brecha energética, generar miles de empleos y estimular el crecimiento industrial y la infraestructura a lo largo de su recorrido.
Este proyecto también refuerza la posición de Marruecos como centro regional de energía, gracias a su ubicación geográfica estratégica, su red de interconexión eléctrica con Europa y sus crecientes inversiones en energías renovables.
Se espera que el gasoducto sitúe al Reino en una posición clave en el comercio de gas entre África y Europa, especialmente en un momento en que esta última busca reducir su dependencia del gas ruso y encontrar alternativas fiables y estables.