Puntos destacados del discurso del Sr. Nasser Bourita ante la reunión de alto nivel sobre la lucha, mediante la educación, contra el antisemitismo y la incitación al odio

ALDAR/
Desde la Segunda Guerra Mundial, la convivencia nunca ha estado tan amenazada como hoy. Nunca el discurso del odio racial, religioso o nacional ha sido tan frecuente y trivializado.
Como dijo Su Majestad el Rey Mohammed VI, con motivo de la visita del Papa Francisco en marzo de 2019: « para hacer frente a los radicalismos, no hay que buscar una respuesta militar ni presupuestaria, pero sí aquella denominada: “Educación”.».
Si la intolerancia y la violencia se originan en las mentes, es ante todo en las mentes donde hay que combatirlas.
Los Soberanos de Marruecos son Emires de los Creyentes; de todos los creyentes. Su Majestad el Rey Mohammed VI siempre ha defendido la herencia de sus antepasados, por convicción y lealtad, promoviendo la coexistencia entre musulmanes y judíos marroquíes y consagrando la identidad plural marroquí, en el dispositivo mismo de la Constitución del Reino.
Se trata de una permanente batalla basada en un liderazgo fuerte y en acciones concretas como la inauguración, por el Soberano, en enero de 2020, de «Bayt Dakira» para la preservación y valorización de la memoria judeo-marroquí, así como la restauración de los nombres de calles y barrios vinculados al patrimonio judío de Marruecos.
Estoy orgulloso de proceder de Marruecos, un país dotado genéticamente de tolerancia y capacidad de convivencia. Este Reino milenario ha sido, es y seguirá siendo un lugar de libertad, de mestizaje cultural y de encuentro de civilizaciones.
Convencido de la importancia de la educación como palanca contra las trágicas ilusiones del odio religioso, racial y nacional, Marruecos prepara ya el futuro de la educación. Una educación que prepare a la ciudadanía para abrazar a la ética y a los valores universales de tolerancia y convivencia.