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LI Changlin, Embajador de China en Marruecos: Luchemos contra la intimidación económica y defendamos juntos el orden económico mundial

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Recientemente, Estados Unidos ha impuesto aranceles a todos sus socios comerciales bajo diversos pretextos, y ha anunciado especialmente una sobretasa del 125% sobre China. La guerra comercial provocada por Estados Unidos perjudica gravemente los derechos e intereses legítimos de todos los países, viola gravemente las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), socava el sistema multilateral de comercio basado en reglas y perturba gravemente el orden económico mundial. El gobierno chino condena firmemente y se opone rotundamente a tal decisión.

Se trata de una cuestión de justicia. Estados Unidos intenta disfrazar estos aranceles como una supuesta “reciprocidad”, colocando sus propios intereses por encima del bien común de la comunidad internacional y promoviendo sus ambiciones hegemónicas a costa de los intereses legítimos de los demás países. En esencia, Estados Unidos ejerce hegemonía bajo el disfraz de “equidad”. Con políticas como “América primero” y el “excepcionalismo estadounidense”, la administración estadounidense cree en la coerción en lugar del diálogo, en la confrontación en lugar de la cooperación. Ignorar las diferencias entre países en términos de nivel de desarrollo y base industrial, y obligarlos a abrir sus mercados internos en nombre de la “reciprocidad”, ¿no es lo mismo que hacer que un niño pelee contra hombres fuertes? El intento de Estados Unidos de “cosechar” la riqueza del mundo a través de aranceles pisotea la justicia internacional. Está destinado al fracaso.

También es una cuestión relacionada con el desarrollo saludable de la globalización económica. Estados Unidos ha disfrutado durante mucho tiempo de los beneficios de la globalización económica, obteniendo enormes ganancias del sistema de libre comercio de bienes y servicios. En los últimos años, sin embargo, ha ignorado deliberadamente los problemas estructurales de su propia economía, tratando de desviar sus conflictos internos hacia el exterior mediante aranceles. Su objetivo es privar a otros países, especialmente a los países en desarrollo, de su derecho legítimo a beneficiarse de la globalización. Estados Unidos intenta deliberadamente cortar las cadenas de suministro y distorsionar la distribución de los recursos en el mercado mundial. Pretende estrangular toda la economía global en un “tren de antiglobalización”. Esto también está destinado al fracaso.

Además, es una cuestión que concierne al futuro del mundo entero. El desarrollo es un derecho inalienable de todos los países, no un privilegio reservado para unos pocos. La apertura y la cooperación representan la tendencia dominante, y el mundo no puede ni debe volver al aislamiento ni a la división. La comunidad internacional aspira a una cooperación en la que todos ganen, mientras que la intimidación económica terminará perjudicando a quienes la practican. El futuro del mundo debe ser decidido por todos los países, y nunca por uno solo. Estados Unidos intenta secuestrar el futuro del mundo para mantener su posición hegemónica. Esto también está destinado al fracaso.

Como la segunda economía más grande del mundo y el segundo mayor mercado de bienes de consumo, China está comprometida a contribuir al crecimiento económico mundial y a defender el orden económico global. Desde su adhesión a la OMC en 2001, China ha ampliado continuamente su participación en la globalización económica. Hemos implementado activamente medidas de liberalización y facilitación del comercio y la inversión, fortalecido eficazmente la estabilidad, transparencia y previsibilidad de nuestras políticas comerciales, y hecho contribuciones positivas al mantenimiento de la eficacia y la autoridad del sistema multilateral de comercio. El mega mercado chino de 1.400 millones de personas ofrecerá oportunidades ilimitadas al mundo, especialmente a los países africanos y árabes. Las constantes innovaciones tecnológicas de China inyectarán vitalidad inagotable al crecimiento global. Elegir a China es elegir oportunidades y futuro.

China y Marruecos son ambos participantes, constructores y beneficiarios del sistema multilateral de comercio basado en reglas. En medio de la ola de globalización económica, la cooperación pragmática entre China y Marruecos se profundiza, se expande la escala de las inversiones y el volumen total del comercio continúa creciendo. Todo esto contribuye significativamente a impulsar el desarrollo económico y el bienestar de los pueblos de ambos países. Estamos dispuestos a trabajar con todas las partes, incluidos nuestros socios marroquíes, para respetar los principios de consulta amplia, contribución conjunta y beneficios compartidos, practicar un verdadero multilateralismo y defender el sistema comercial mundial centrado en la OMC. ¡Juntos, estaremos del lado correcto de la historia!

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