Desde Madrid… Marruecos y España reafirman su convergencia sobre una solución definitiva al conflicto del Sáhara
ALDAR/
En una escena diplomática cargada de significado desde la capital española, Madrid, Marruecos y España dirigieron un mensaje claro y contundente a la comunidad internacional: el momento de resolver la cuestión del Sáhara se acerca más que nunca, y la única vía posible pasa por el marco de las Naciones Unidas, basándose exclusivamente en la Iniciativa marroquí de autonomía.
Nasser Bourita, ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, afirmó en una declaración oficial que Marruecos considera que hoy existe una oportunidad histórica para alcanzar una solución definitiva al conflicto del Sáhara, una solución que respete plenamente la soberanía nacional y se base únicamente en la propuesta de autonomía como opción seria y realista.
Esta firme posición marroquí coincidió plenamente con la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, que reiteró que la iniciativa marroquí de autonomía constituye la base más seria, creíble y realista para la resolución de este conflicto regional artificial.
El mensaje que emana desde Madrid va más allá de una simple coincidencia de opiniones; refleja la profundidad de la asociación estratégica entre los dos países y confirma que España ya no contempla la cuestión del Sáhara desde una neutralidad pasiva, sino desde una implicación constructiva y comprometida con una solución política duradera y justa que garantice la estabilidad de la región y ponga fin al sufrimiento de los saharauis retenidos en Tinduf.
Esta convergencia marroquí-española se produce en un momento en el que la propuesta de Marruecos gana un impulso internacional creciente, con un número cada vez mayor de países importantes que adoptan una postura clara a favor de la autonomía como única solución realista, alejándose de las ideas separatistas y del estancamiento político.
El mensaje desde Madrid ha sido inequívoco para el mundo: basta de perder tiempo en quimeras caducas. La solución comienza hoy con el reconocimiento de la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara y con la adopción de la autonomía como una opción responsable que preserve la dignidad de todos y garantice la seguridad regional.
