La locura autoritaria de Kaïs Saïed: un presidente que socava los cimientos de la democracia tunecina

ALDAR/
Desde que asumió el poder en 2019, y tras ser reelegido en octubre de 2024 con un porcentaje calificado como propio de una “república bananera”, el presidente tunecino Kaïs Saïed ha entrado en una espiral autoritaria que amenaza los cimientos de la incipiente democracia en su país. Así lo afirmó la escritora Nadjet Cherigui en un análisis publicado en las páginas de Le Figaro Magazine.
El 19 de abril se dictaron severas penas de prisión que oscilan entre los 13 y los 66 años contra unas cuarenta figuras tunecinas, entre ellas periodistas, abogados, empresarios e intelectuales. Fueron acusados de estar implicados en lo que las autoridades calificaron como una “conspiración contra la seguridad del Estado”, en un juicio sin precedentes que ha despertado comparaciones con las épocas del autoritarismo estalinista.
Las autoridades tunecinas atribuyeron a los acusados cargos graves, entre ellos “la participación en la creación de una organización terrorista con el objetivo de desestabilizar la seguridad interna y externa del país”, “incitación a la guerra civil” y “provocación de disturbios”. Muchos consideran que estas acusaciones se utilizan para silenciar voces opositoras y justificar la represión política.
El diario francés señala que Kaïs Saïed, quien llegó al poder con un discurso reformista, hoy aplica una política de exclusión y restricción de las libertades, despreciando los principios constitucionales y los logros de la revolución tunecina.
A pesar del creciente número de críticas internacionales, todo indica que Saïed continúa avanzando hacia una concentración total del poder, lo que suscita crecientes preocupaciones sobre el futuro de la democracia en Túnez.