Los enemigos de la Nación difunden un nuevo documento falso | Cuando la máquina de propaganda argelina fracasa al intentar imitar la diplomacia marroquí
Los enemigos de la Nación difunden un nuevo documento falso | Cuando la máquina de propaganda argelina fracasa al intentar imitar la diplomacia marroquí

Aldar / Análisis
En una nueva oleada de campañas de desinformación dirigidas contra Marruecos y sus instituciones, ha comenzado a circular en las redes sociales un documento sospechoso. El documento se atribuye falsamente a la “Oficina de Enlace de Marruecos en Tel Aviv” y está marcado como “secreto”, con afirmaciones fabricadas sobre la supuesta muerte de oficiales marroquíes en una base militar israelí tras un presunto bombardeo iraní.
Este documento, torpemente redactado y plagado de errores evidentes tanto en la forma como en el contenido administrativo, pretende estar dirigido al Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos y menciona los nombres de supuestos “oficiales marroquíes” muertos o heridos mientras participaban en un programa de entrenamiento militar conjunto con el ejército israelí.
En realidad, se trata de una operación de desinformación fabricada, con un objetivo propagandístico claro, completamente alejada de los hechos reales.
Lo más sospechoso no es solo el contenido del documento falsificado, sino también el momento en el que aparece, lo que demuestra un intento evidente de vincular a Marruecos con tensiones regionales que no le conciernen, especialmente el conflicto entre Teherán y Tel Aviv. Es un esfuerzo desesperado y transparente por arrastrar a Marruecos a un juego geopolítico ajeno a sus intereses.
Lo más irónico es que el estilo utilizado en el documento dista mucho de los estándares oficiales de la diplomacia marroquí. Desde el lenguaje empleado, pasando por la disposición de los sellos, hasta la presentación de la información, todo revela una falsificación burda que pone en evidencia la falta de profesionalismo de sus autores.
Este documento no tiene ninguna base verídica y representa un intento fallido de implicar a Marruecos en escenarios políticos o militares completamente ficticios.
Esta maniobra de desinformación se produce en un contexto de intensificación de los ataques mediáticos por parte de actores conocidos por su hostilidad hacia la integridad territorial de Marruecos, encabezados por el régimen argelino, que no pierde oportunidad para explotar tensiones regionales con el fin de construir narrativas ficticias dentro de una lógica propagandística agotada.
La difusión de este tipo de fake news no perjudica más que a quienes la promueven, dejando en evidencia la pobreza de sus herramientas de guerra psicológica —incapaces incluso de falsificar de forma creíble un documento oficial— y revelando, una vez más, su agenda tóxica y su creciente desesperación.