De Marruecos a Turquía y Siria: Las políticas conspirativas del régimen argelino… Apoyo al separatismo y antagonismo hacia los vecinos
De Marruecos a Turquía y Siria: Las políticas conspirativas del régimen argelino… Apoyo al separatismo y antagonismo hacia los vecinos

ALDAR /Análisis
El régimen argelino ha acogido a separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán/Unidades de Protección Popular (PKK/YPG), dos organizaciones separatistas catalogadas como terroristas por varios países, siendo Turquía una de las principales.
Este paso ha generado amplias críticas, ya que Argelia se ha dado a conocer como un principal apoyo de los movimientos separatistas. Mientras proclama adoptar el principio de “autodeterminación”, sus políticas exteriores revelan contradicciones que buscan desestabilizar países.
El apoyo de Argelia al Frente Polisario es parte de un largo conflicto con Marruecos, en el cual utiliza este movimiento como una carta de presión para alterar la estabilidad del Reino. Sin embargo, trasladar esta estrategia a la región de Oriente Medio, respaldando al Partido de los Trabajadores del Kurdistán, plantea interrogantes sobre los verdaderos objetivos de Argelia. El partido kurdo, considerado terrorista, amenaza la unidad y estabilidad de varios países, siendo Turquía uno de los principales afectados, que lidera los esfuerzos en su contra.
¿Es este apoyo una mera aventura diplomática, o refleja una estrategia para expandir la influencia de Argelia a costa de la estabilidad regional?
Es llamativo que Argelia, que rechaza la intervención extranjera en sus asuntos internos y aboga por no tocar su unidad, adopte políticas contradictorias cuando se trata de sus vecinos o de ciertos países. Apoya el separatismo en el caso del Sahara Occidental, mientras ataca la unidad de países como Turquía y Siria, apoyando a organizaciones con agendas separatistas y terroristas.
Tales movimientos por parte de Argelia solo conducen a la profundización de las divisiones y a la desestabilización de la región, creando un entorno propenso a conflictos que son aprovechados por potencias que buscan imponer sus agendas.
Argelia debe entender que el apoyo a los movimientos separatistas solo traerá aislamiento internacional y tensiones con sus países vecinos y con las naciones árabes e islámicas. La estabilidad regional requiere una cooperación genuina y el respeto a la soberanía y la integridad territorial de los países. Los desafíos que enfrentan el Magreb y Oriente Medio no pueden soportar más escaladas.
Mientras los países de la región construyen asociaciones de desarrollo y buscan soluciones a los conflictos existentes, parece que Argelia va en contra de la corriente, ignorando que los pueblos de la región aspiran a la unidad y prosperidad, no a la división y el conflicto.