Rosas del Día de San Valentín contaminadas… Un peligro para la salud

ALDAR/
Con motivo de la celebración del Día de San Valentín, el aire se llena de aromas a rosas y los ramos de flores se dispersan por las tiendas, siendo el regalo perfecto para los enamorados.
Sin embargo, detrás de estas escenas románticas, las investigaciones ocultan una verdad alarmante; un estudio reciente realizado por la asociación UFC-Que Choisir ha revelado que todas las flores cortadas analizadas contenían residuos de pesticidas, algunos de los cuales están prohibidos en Europa debido a sus peligros para la salud. El estudio incluyó muestras variadas de rosas, gerberas y margaritas compradas en floristerías grandes, tiendas de productos y sitios web, y los resultados mostraron que todos los ramos, sin excepción, contenían un promedio de 12 tipos de pesticidas químicos, algunos conocidos por causar enfermedades graves como el cáncer, trastornos hormonales y problemas de fertilidad. Incluso las flores cultivadas localmente no estaban en mejor estado, ya que algunas contenían hasta 14 tipos diferentes de residuos de pesticidas, lo que indica una contaminación generalizada.
Aunque los consumidores pueden no ser los más afectados, los trabajadores del sector de las flores, especialmente los vendedores de rosas, enfrentan un mayor riesgo, ya que un estudio belga de 2019 confirmó que estos trabajadores, especialmente en períodos de alta demanda como el Día de San Valentín y el Día de la Madre, están expuestos a niveles elevados de pesticidas, lo que los hace más vulnerables a problemas de salud. La situación se agrava al saber que el 80% de las flores vendidas en Francia son importadas de países fuera de la Unión Europea, como Colombia, Ecuador y Kenia, donde aún se utilizan pesticidas prohibidos en Europa de manera intensiva, lo que hace que estas rosas estén cargadas de riesgos invisibles que llegan a los mercados europeos sin una supervisión adecuada.
Ante estos preocupantes datos, la asociación UFC-Que Choisir insta a endurecer las medidas de control sobre las flores cortadas, estableciendo límites estrictos para los residuos de pesticidas, prohibiendo la importación de flores tratadas con productos prohibidos y exigiendo mayor transparencia en la presentación de información sobre el origen de las flores y los tratamientos químicos a los que han sido sometidas. Mientras se implementan estas medidas, la opción más segura para los consumidores sigue siendo la compra de flores orgánicas o locales de temporada, para garantizar un regalo lleno de amor sin ocultar peligros de salud inesperados.