Un testimonio de la ONU sacude la narrativa separatista: el ruso Ivanko desenmascara las mentiras del Polisario y Argelia

ALDAR/
En un momento crucial dentro del proceso de esclarecimiento de los hechos relacionados con la cuestión del Sáhara marroquí, el testimonio del ruso Aleksandr Ivanko, jefe de la misión de la MINURSO, ha dado un giro a la propaganda separatista, basándose en datos de campo precisos proporcionados por una misión de la ONU imparcial. El último informe, basado en investigaciones directas y observaciones in situ, no solo pone en duda la narrativa promovida por el Polisario, sino que le asesta un golpe devastador, socavando completamente su credibilidad.
Las declaraciones de Ivanko no fueron una posición personal ni una impresión política, sino que estuvieron respaldadas por informes técnicos y observaciones detalladas recopiladas por los equipos de la MINURSO desplegados en la región, que monitorean minuciosamente todos los movimientos y violaciones. Estos datos mostraron que muchas de las alegaciones promovidas por el frente separatista, ya sea en los medios de comunicación o dentro de los pasillos de la ONU, no tienen ningún reflejo en la realidad.
El testimonio de Ivanko tiene una importancia fundamental, ya que proviene de un responsable de la ONU que disfruta de neutralidad e independencia, y lidera una misión que supervisa directamente el alto el fuego y documenta la situación de seguridad y humanitaria en el Sáhara. Este testimonio agrega una dimensión legal y ética a la realidad de que la narrativa separatista se ha convertido en un discurso tambaleante que ya no se basa en hechos verificables.
Es notable que el último informe de la misión de la MINURSO no contiene ninguna confirmación de las alegaciones del Polisario sobre una “situación de guerra” o “control territorial”. Por el contrario, señala la continua moderación de Marruecos, que sigue respetando los acuerdos de la ONU, frente a las provocaciones del otro bando.
Este testimonio impactante no surgió de la nada, sino que refleja un cambio gradual en la comprensión de la comunidad internacional sobre la naturaleza del conflicto. Se espera que tenga un impacto en las posturas de muchos países que todavía dudan, ya que hoy resulta difícil basarse en relatos sin credibilidad, mientras existen informes de la ONU que documentan la realidad tal como es, sin distorsiones ni exageraciones.
Ante este cambio, el frente separatista se enfrenta a una nueva encrucijada, ya que las mentiras ya no pasan desapercibidas, y no es posible seguir promoviendo un discurso emocional frente a instituciones internacionales que se basan en hechos, no en alegaciones.
El testimonio de Aleksandr Ivanko ha demostrado que el terreno no miente, y que la batalla ya no se gana con altavoces mediáticos o informes manipulados, sino con transparencia y datos verificables proporcionados por las autoridades internacionales competentes. Hoy, más que nunca, parece que la verdadera narrativa comienza a tomar protagonismo, mientras las ilusiones se desmoronan una tras otra.