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Declaración de Changsha: China y África establecen una alianza duradera y una visión unificada para un futuro compartido

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En la ciudad china de Changsha, representantes de la República Popular China, de 53 países africanos y de la Comisión de la Unión Africana se reunieron para reafirmar su compromiso conjunto de fortalecer la cooperación y la asociación dentro del marco del Sur Global, basándose en los consensos alcanzados en la Cumbre del Foro de Cooperación China-África (FOCAC) celebrada en Pekín en 2024.

Los participantes destacaron que el ascenso del Sur Global se ha convertido en una trayectoria irreversible en la construcción del futuro del desarrollo mundial. En este contexto, China y los países africanos se consideran pilares fundamentales de este bloque, y llamaron a construir un futuro común para la humanidad mediante una cooperación equitativa basada en iniciativas integrales de desarrollo, como la “Iniciativa de la Franja y la Ruta”, la “Iniciativa para el Desarrollo Global” y la “Iniciativa para la Civilización Global”.

La declaración abordó los desafíos económicos y sociales provocados por políticas unilaterales y proteccionistas adoptadas por algunas potencias mundiales, las cuales han perjudicado directamente las trayectorias de desarrollo de los países africanos y de otras naciones en desarrollo. Los firmantes subrayaron que hacer frente a estas políticas requiere una mayor coordinación entre los países del Sur para promover la justicia económica global.

El documento criticó los intentos de algunos países —especialmente Estados Unidos— de imponer aranceles que alteran el sistema comercial internacional, y pidió un retorno al diálogo y la consulta para resolver los conflictos comerciales sobre la base del respeto mutuo y la igualdad de trato. También instó a la comunidad internacional a dar prioridad a los desafíos de desarrollo que enfrentan los países africanos y a aumentar el apoyo financiero y técnico destinado a ellos.

Los países africanos elogiaron la firme posición de China en defensa de la justicia internacional y del sistema comercial basado en normas, mientras que Pekín valoró la unidad africana ante las presiones externas, afirmando que las concesiones unilaterales no generan respeto verdadero, sino que perjudican la credibilidad de la cooperación internacional.

Los firmantes hicieron un llamado a una verdadera multilateralidad basada en una amplia consulta, una contribución colectiva y beneficios compartidos, subrayando la necesidad de reformar el orden mundial para hacerlo más equilibrado e inclusivo, lo que aumentaría las oportunidades de comercio, inversión y financiación justa en favor de los países del Sur.

La declaración también destacó la necesidad de consolidar el principio de igualdad entre los Estados, sin importar su tamaño o poder, reafirmando el apoyo a los derechos legítimos de cada país y promoviendo la cooperación basada en el entendimiento mutuo. Asimismo, se presentó la asociación sino-africana como un modelo de estabilidad en un mundo cada vez más incierto.

Ambas partes acordaron implementar seis prioridades para acelerar la modernización en África, incluyendo la expansión de las diez asociaciones previamente anunciadas y el apoyo al segundo plan decenal de implementación de la Agenda 2063 de la Unión Africana. El objetivo es construir una comunidad China-África cohesionada, basada en la solidaridad y la interdependencia.

China anunció su disposición a ampliar la exención arancelaria al 100 % de las líneas arancelarias para todos los países africanos que mantienen relaciones diplomáticas con Pekín, a excepción de Esuatini, y adoptará medidas de apoyo en áreas como el acceso al mercado, la inspección, la aduana y la facilitación de exportaciones africanas de alta calidad.

China también expresó su deseo de reforzar la cooperación con los países africanos en sectores estratégicos como la industria verde, el comercio electrónico, los pagos digitales y la inteligencia artificial, además de fortalecer la colaboración en seguridad, finanzas y derecho, con el fin de garantizar la calidad y sostenibilidad de los proyectos de desarrollo conjuntos.

La declaración concluyó afirmando que el Foro de Cooperación China-África se ha convertido en un modelo de solidaridad para el Sur Global. China y África anunciaron su compromiso de implementar los programas del año 2026 dedicados al fortalecimiento del intercambio entre pueblos, en una muestra de que el futuro de la cooperación no se limita solo a los gobiernos, sino que también incluye a las sociedades y a los individuos.

Con esta declaración, Pekín y Changsha marcan el inicio de una nueva etapa en las relaciones China-África, basada en los principios de asociación justa, apoyo mutuo y solidaridad ante los desafíos globales.

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