La diplomacia china en Marruecos: Un camino lleno hacia una asociación estratégica profunda

ALDAR/
En un contexto marcado por la notable evolución de las relaciones entre Marruecos y China, la Embajada de la República Popular China en Rabat se ha consolidado como un motor clave para el fortalecimiento de la cooperación bilateral, gracias a sus esfuerzos constantes y sus numerosas iniciativas en los ámbitos político, cultural, económico y social.
Bajo el liderazgo del embajador Li Changlin, la embajada ha promovido un compromiso activo que refleja el deseo compartido de profundizar la histórica amistad entre ambos países. El embajador ha visitado varias regiones del Reino, reuniéndose con autoridades locales, actores económicos y culturales, y apoyando proyectos de desarrollo alineados con los valores humanos compartidos por ambos pueblos.
Muchos observadores de las relaciones bilaterales destacan el impacto positivo de esta diplomacia dinámica, que no se limita a iniciativas oficiales, sino que también incluye un apoyo directo a diversos eventos e intercambios. Entre estos se encuentran las facilidades ofrecidas por la embajada a marroquíes que visitaron China en el marco de viajes profesionales o de cooperación.
En este sentido, el Dr. Nasrallah Belkhayat, presidente de la Fundación del Premio Africano, expresó su profundo agradecimiento por el apoyo recibido por parte de la embajada durante su visita a Pekín. Elogió el profesionalismo del equipo diplomático y su apertura a iniciativas tanto individuales como institucionales.
En un momento documental de fuerte carga simbólica, resurgieron imágenes raras de hace varias décadas en las que aparece el difunto rey Hassan II afirmando, desde la tribuna de las Naciones Unidas, el apoyo de Marruecos a la adhesión de la República Popular China a la organización. En ese entonces, declaró: “No tiene sentido excluir de las Naciones Unidas a un país con más de 600 millones de habitantes, es decir, un tercio de la humanidad”. Estos fragmentos generaron una gran repercusión en las redes sociales chinas, donde miles de usuarios expresaron una profunda emoción ante la postura firme de Marruecos, considerándola un testimonio vivo de la profundidad de la amistad entre Rabat y Pekín.
La Embajada de China en Marruecos subrayó que este momento histórico reavivó el recuerdo de Marruecos en la memoria diplomática china, señalando que las posturas nobles no se olvidan y que los pueblos, por naturaleza, recuerdan a quienes estuvieron a su lado en momentos decisivos.
Por otro lado, varios analistas consideran que el rescate de estas posiciones y la historia compartida refleja la solidez de las relaciones entre ambos países, no solo a través de declaraciones oficiales, sino también mediante archivos que documentan los encuentros del entonces príncipe heredero, Moulay Hassan, con altos dirigentes chinos, lo que demuestra la profundidad histórica de este acercamiento.
A la luz de los valores confucianos profundamente arraigados en la cultura china —que celebran la lealtad y la gratitud—, algunos analistas sugieren que el apoyo de Pekín a la Iniciativa de Autonomía marroquí en el Sáhara podría traducirse pronto en una posición clara y explícita. Esto representaría un paso adicional hacia la consolidación de la asociación estratégica entre ambos países y abriría nuevas perspectivas de cooperación basada en el respeto y los intereses mutuos.